3 de agosto de 2010

Cautiverio

Leo en la revista nexos un dato que me parece sumamente curioso: un elefante en libertad vive en promedio 56 años, mientras que uno en cautiverio alcanza a vivir únicamente 17 años en promedio.

Mi ausencia de este blog (y de muchos otros lugares) durante los últimos meses se debieron a que permanecí en una especie de cautiverio laboral, jornadas de trabajo de 16 horas diarias apenas me dejaban tiempo para dormir y escurrirme muy de vez en cuando en otros asuntos.

Descubro en mi trabajo que las jornadas laborales de 16 horas no son algo extraordinario ni heroico, por diversos motivos (económicos en su mayoría), no son pocos quienes optan por dejar su vida en el trabajo.

Reconozco que no es algo que quiera para mí, extraño recostarme en mi cama los clásicos ‘cinco minutos más’, pasear por las calles, leer un par de revistas de cabo a rabo, ir al cine, comer con la familia, reventarme con los amigos… por eso ayer renuncié a uno de mis dos trabajos.

Desconozco si llegaré a vivir 56 años o me estancaré en los 17 o en cualquier otro número (no soy un paquidermo después de todo). Lo que sí sé, es que prefiero vivir mi vida en libertad que condenarme al cautiverio… aquel dato curioso de la revista nexos resultó bastante significativo después de todo.

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