28 de agosto de 2008

Musofobia


La perplejidad que se produce en el encuentro no-sexual entre un lector y una ópera prima es similar a la incertidumbre que suscita una primera cita. El escritor desconoce la publicación, y con ello, la crítica recaída directamente sobre su prosa, para el leyente la sintaxis del autor es un completo enigma, así como en el primer encuentro entre dos personas éstas suelen conocerse poco y nada.

Durante la cita suele prevalecer la explotación de las apariencias, el hombre y la mujer, en sus desesperados intentos por agradar y conquistar, buscan lucir encantadores e interesantes, ocultan sus imperfecciones y exponen al máximo sus cualidades, se describen cortesanamente a sí mismos, hablan de sus glorias y cuentan con osadía sus bloopers más cómicos.

Musofobia de Jorge Harmodio padece del síndrome de la primera cita, no narra una historia, se narra a sí mismo; no nos cuenta todo de él, nos cuenta apenas sus anécdotas más jocosas; no nos dice como piensa, nos dice como actúa... el afán del autor por agradar se percibe desde la (des)estructura que emplea: La escritura light y apresurada que recuerda las formas de un blog copula con algunos cuantos cuentos sueltos.

Como cualquier galante conquistador, Harmodio pretende encontrar la acreditación de sus lectores satisfaciéndolos con su presumiblemente hilarante humor, pero su cinismo es demasiado chato, sus ironías pocas veces dan en el blanco y el lenguaje citadino termina rayando en lo banal: "preguntas financieras que respondo sin lucidez porque me estoy meando", en suma, su novela navega a la deriva y termina encallando en el vacío.

Y... ¿De qué trata Musofobia? De un aspirante a novelista, quien ha sufrido el abandono de su amante, desde ahora ex.coamante, quedando así condenado a consolarse con la frígida acompañante que es la melancolía, se mantiene económicamente arreglando computadoras, egocéntricamente escribiendo en su blog y sentimentalmente citándose con cuanta mujer tenga oportunidad (no tiene muchas en realidad). Ninguna novedad hay en el argumento y escasas satisfacciones brinda la novela en general, un par de cuentos me han gustado, finalizada la lectura infiero que hubiese preferido que Musofobia fuese un libro de cuentos de Harmodio.

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