La palabra sicario -junto con la mexicanísima zeta- está de moda, aparece de repente en multitud de pláticas: alguien jura y perjura que en cierta cantina se dan cita múltiples sicarios; una ama de casa asegura que sus nuevos vecinos, que por cierto, tienen una Hummer, son sicarios; el amigo para el cual la vida diaria es una aventura, vió hace poco cinco Suburbans con vidrios polarizados circulando por una avenida... sin duda alguna, se trataba de sicarios.
Si usted, como yo, nunca se ha topado con algún sicario, no sabe donde acostumbran embriagarse, tiene vecinos comunes y corrientes... para aparentar ser interesante, cuando escuche la palabra sicario puede usted aleccionar a sus compinches explicándoles el origen de dicha palabra:
Si usted, como yo, nunca se ha topado con algún sicario, no sabe donde acostumbran embriagarse, tiene vecinos comunes y corrientes... para aparentar ser interesante, cuando escuche la palabra sicario puede usted aleccionar a sus compinches explicándoles el origen de dicha palabra:
La palabra sicario se remonta a la Palestina romana, cuando la secta judía de los Sicarii mataba a los romanos y a sus partidarios con una pequeña daga (sicae) que escondían entre sus ropas.El texto, es extraído de la crónica Sicario. Confesiones de un asesino de Ciudad Juárez, aparecida en la revista nexos.
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