¡Qué extraño es lo mismo!
Descubrir lo mismo.
Llegar a lo mismo.
¡Cielos de lo mismo!
Perderse en lo mismo.
Encontrarse en lo mismo.
¡Oh, mismo inagotable!
Danos siempre lo mismo.
Simpático poema que, no obstante, no me quita de la cabeza esa idea que tengo: pocas cosas tan bostezantes como la rutina.
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