14 de septiembre de 2009

Algo más sobre mí y mi plantón

Me encuentro, supuestamente, en una etapa de definiciones. Me sé indefinible, pero ello no ha evitado que me esté esmerando en elaborar un boceto de mí mismo.

En el acto de definirme no busco cambios, mutaciones, ni transformaciones, no estoy haciendo un recuento de mi vida, ni siquiera un resumen, lo que actualmente me interesa es simple y sencillamente ser concreto.

Por ejemplo: siempre había fantaseado con la idea de marcharme de mi casa, me llegó hace un par de semanas la oportunidad de hacer realidad dicha fantasía: un amigo se fue a vivir solo y me planteó el compartir con él su nueva morada, y por supuesto, los gastos. Rechacé su oferta, y con ello, pude trazar una línea en mi boceto, no es que sea yo una persona hogareña, es que soy constructor, el día que me marche de mi casa será para construir un hogar o una vida, no por una desfasada rebeldía juvenil.

De a poco, he ido agregando trazos en mi boceto –de tendencia dadaísta, según parece-. He logrado limar asperezas con amigos que permanecían en el anaquel del olvido; he hablado y concretado encuentros con personas que sé que me estiman, pero que x o y circunstancias –absurdas todas ellas- me volvían dubitativo, a tal grado, que no lograba elaborar aquella simple llamada telefónica; sigo buscando un trabajo que me agrade, no desisto, sé perfectamente que no soy lo que realizo, pero quiero realizar algo que me permita ser yo; he dicho algunas verdades, de frente, a mis amigos, pero también, he bajado la guardia y he logrado confesar algunos (no todos) mis afectos –materia hartamente difícil para mí-.

Pues bien, el viernes pasado tenía planeado ver a una persona que sabe lo mucho que le estimo y le quiero, tenía realmente hartas ganas de verle y seguir con mi búsqueda de definiciones a su lado, de tener una de esas extraordinarias pláticas que surgen cuando estamos en sintonía –no siempre lo estamos-. El encuentro se agendó por etapas: el viernes insinuación, el martes acuerdo, el jueves recuerdo y el viernes … plantón.

Viéndolo en retrospectiva, no era difícil profetizar que tarde o temprano algo así ocurriría. Por ejemplo: a ella, a quien le molesta tanto la impuntualidad que dice no esperar a nadie por más de quince minutos, se le había hecho costumbre llegar a nuestros encuentro con una hora de retraso -sin sentimiento de culpa de por medio, o al menos, no se reflejan en su rostro, ni en sus palabras, ni culpa, ni pena, como dicen coloquialmente: llegaba "muy quitada de la pena"-.

El viernes, al corroborarme en un mensaje de texto que lo acordado previamente no se concretaría, más que la cancelación, más que no avisarme de la cancelación, lo que me provocó un derrame masivo de bilis fue el tono de su mensaje: con sumo desdén me escribía “ay amigo”, ora sí que como le decían al infortunado Margarito, “lástima” tomasin, te la pelaste, inténtalo otro día.

Triste por el plantón, acudí esa noche con unos amigos a tomarme unas cervezas que no me supieron, acompañadas de unos tacos que tampoco me supieron –aunque mucho daño me hicieron-. Sin duda, una de las noches de viernes social en las que menos palabras he pronunciado en mi vida, me doblegó la melancolía.

Si las palabras que ahora escribo las leyera en otro blog, no dudaría en aconsejarle a tan desafortunado autor que se deshiciera de dicha compañía, culpable, en apariencia, de múltiples sin sabores. Pero una cuestión, el aconsejar, es aparentemente sencilla; la otra, el definirse, es sumamente compleja... cuado hay sentimientos involucrados, ay, lo es mucho más.

Como lo dije al comienzo: me sé indefinible, pero no quiero dejar inconcluso el boceto de mí mismo. ¿Qué hacer con la que me dejó plantado?, pues, no lo niego, es un elemento importantísimo en dicho bosquejo.

1 comentario:

USOHEAYHOR dijo...

Disciplina Tomasin.

Lo primero es lo primero, hablarle, msg-arle, o hacer lo que sea por volver a tener una cita.
En segunda e importante y ya lo sabes, tener un poco o mucho de disciplina. LLaga antes que ella, sorpréndela.
Y por último, No solo ser así con ella, si no en todas tus actividades..
Saludos.